Simplemente vos.

No te pido 14 de febreros románticos, ni rosas sin espinas, ni bombones de almendras, no te pido un peluche del tamaño de mi cama, ni caramelos con forma de corazones. No, sabés que nunca me gustaron esas cursilerías.
Pido cosas tan sencillas y tan simples, solo pido uno de esos abrazos que por cortar la distancia y por ser escazos son tan especiales, que tu caricia sobre mi espalda no sea tan convincente, no me lleve a más, aunque me muera de ganas. Solo pido que cuando me levante por la mañana me llenes de besitos sabor a dentrifico en mi cuello, que el desayuno nos esté esperando servido en la cama, con una película de esas al estilo de Adam Sandler, y que nos riamos. De la película, de vos, de mí. Que esas sonrisas despierten nuestra mañana. Solo pido salir a correr para agarrar la hamaca más alta de la plaza como si fueramos niños del pre-escolar. Hamacar a un niño, discimulando ser sus padres, y al sentarnos imaginar como seran nuestros hijos, con el lunar de tu mejilla, con mis pequitas en la cara.
Que el mate nos saque el dolor de cabeza y nos encienda las ganas de vivir. Que tus bromas me molesten solo para que tengas que darme un millón de besitos para disculparte. Solo pido que no nos den sueño las siestas, sentarnos un rato al borde de la cama a tocar nuestras guitarras, y no cantar, sino gritar desaforadamente canciones de Arjona. Que juguemos a inventar canciones de amor para el otro y el que gane obtenga  como premio besos, caricias y abrazos y el que pierda tenga que cocinar y hacer masajes.
Solo pido bañarnos juntos y ver nuestras caras empapadas de agua, empapadas de amor. Observarte la mirada, la sonrisa, las muecas mientras siento el agua caer por mi cuerpo. Vestirnos presentable(vestirnos, si, vos a mi y yo a vos). Pegarnos una vueltita por el pub donde nos besamos por primera vez, recordar, mirarnos cómplices. Que al salir me alces y me hagas dar vueltas con mis piernas volando por el aire.
Solo pido que al llegar exhaustos tiremos los zapatos por algún rincón y descorchar uno de esos vinos que añejamos para ocaciones especiales y que lo bebas lentamente de mis labios. Quiero beberte de pies a cabeza.

Olvidando todo lo anterior, sin importar detalles, pido simplemente vos.