Para entender, cabe recordar que Olivia
está a mil kilómetros de Popeye.
Popeye(por teléfono): Hola Oli, ¿Cómo estás?, amor.
Olivia: Bien, durmiendo..SON LAS 6 DE LA MAÑANA!
Popeye: Ah, bueno, solo que tenía muchas ganas de tomar unos mates con vos, ¿querés salir afuera?
Compartimos mates, tererés, chipitas, caramelos. Caminamos de la mano, nos reímos mucho tiempo, paseamos poquito, miramos la tele, nos acostamos, dormimos, nos hicimos cosquillas, nos acariciamos los pies con los pies, nos besamos, escuchamos música de la buena. Llovió a cántaros, paró y salió el sol. Fuimos a la iglesia, nos desprendimos solo para bañarnos, nos disfrutamos, nos acariciamos y llegada la hora de partida no se nos cayeron más de dos lágrimas, un abrazo tan fuerte que no se notaba la diferencia entre los cuerpos, y a seguir el camino.
Simplemente que tiene ese don para hacerme sentir la chica más feliz del mundo en..no sé, ¡segundos!
Ayy, que lindo ♥
ResponderEliminarAhhhhh (suspirito). La distancia. Siempre la distancia. Por suerte esos momentitos permiten acumular para los meses de lejanía!
ResponderEliminarSos una gran chica, que sabe disfrutar las cosas sencillas de la vida (¡como el tereré!)
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